Astros del Universo

Pensamientos que terminan en este blog

lunes, 24 de octubre de 2011

Intriga



Por mucho que la gente diga que a veces detesta la intriga, le está mintiendo a su interior. Porque nuestra mente empieza a derrochar imaginación, y nos sumergimos en un mundo de posibilidades remotas donde nosotros mismos somos los que controlan qué podría ocurrir. Se genera una emoción inexplicable y la adrenalina empieza a correr por nuestras venas a la velocidad de la luz.

Y llega el final, donde nuestra historia puede dirigirse a el más horrible desenlace o al más maravilloso e irreal. En cierto modo, depende de nosotros, de nuestra forma de ser o de pensar en el tiempo que vivimos en ese preciso momento. Y es ahí cuando más nos alejamos de la realidad, porque no logramos encagarla en ninguno de nuestros pensamientos.

Que ocurra o no lo que imaginamos en los momentos de intriga es otra cosa.

jueves, 20 de octubre de 2011

¿Buena suerte o mala suerte?

Encontré esta leyenda por ahí y me pareció interesante.


Había una vez un hombre que vivía con su hijo en una casa del campo. Se dedicaba a trabajar la tierra y tenía un caballo para la labranza y para cargar los productos de la cosecha, era su bien más preciado. Un día el caballo se escapó saltando por encima de las bardas que hacían de cuadra. El vecino que se percató de este hecho corrió a la puerta de nuestro hombre diciéndole:

-Tu caballo se escapó, ¿que harás ahora para trabajar el campo sin él? Se te avecina un invierno muy duro, ¡qué mala suerte has tenido!

El hombre lo miró y le dijo:

-¿Buena suerte o mala suerte? Quién sabe.

Pasó algún tiempo y el caballo volvió a su redil con diez caballos salvajes con los que se había unido. El vecino al observar esto, otra vez llamó al hombre y le dijo:

-No solo recuperaste tu caballo, sino que ahora tienes diez caballos más, podrás vender y criar. ¡Qué buena suerte has tenido!

El hombre lo miró y le dijo:

-¿Buena suerte o mala suerte? Quién sabe.

Más adelante el hijo de nuestro hombre montaba uno de los caballos salvajes para domarlo y calló al suelo partiéndose una pierna. Otra vez el vecino fue a decirle:

-¡Qué mala suerte has tenido! Tu hijo se accidentó y no podrá ayudarte, tu eres ya viejo y sin su ayuda tendrás muchos problemas para realizar todos los trabajos.

El hombre, otra vez lo miró y dijo:

-¿Buena suerte o mala suerte? Quién sabe.

Pasó el tiempo y en ese país estalló la guerra con el país vecino de manera que el ejército iba por los campos reclutando a los jóvenes para llevarlos al campo de batalla. Al hijo del vecino se lo llevaron por estar sano y al de nuestro hombre se le declaró no apto por estar imposibilitado. Nuevamente el vecino corrió diciendo:

-Se llevaron a mi hijo por estar sano y al tuyo lo rechazaron por su pierna rota. ¡Qué buena suerte has tenido!

Otra vez el hombre lo miró diciendo:

-¿Buena suerte o mala suerte? Quién sabe.

lunes, 17 de octubre de 2011

Sonríe



Porque la vida es corta, porque aún quedan muchas cosas por hacer, porque no todo está perdido, porque siempre puede haber otra salida. Por esas y por muchas más cosas debes seguir sonriendo al mundo y afrontar los problemas. Puede que pases un mal rato, pero si te rindes, el error te perseguirá durante toda tu vida. Lucha, lucha por lo que quieres. ¿Que algo ha salido mal? Pues busca otra solución. Pero nunca dejes que ese sentimiento oscuro al que llamamos tristeza te carcoma por dentro. Está bien que todos pasemos algún que otro momento malo, pero ese momento no debe prolongarse mucho. Busca un lado positivo a todo e intenta evitar que los pensamientos negativos lleguen a tu mente.

Pero, sobre todo, esfuérzate por ser feliz e ignora a la gente que te lo impide.


Ana.

Confusión




Alguien especial, una persona por la que sientes algo pero no sabes qué es. ¿Amistad o amor? Es la pregunta que más teme tu corazón.

Las preguntas asolan tu mente, creándote confusión y locura al mismo tiempo. No sabes qué hacer, no sabes cómo actuar, no sabes qué decir... Como si estuvieras perdido en la nada. Y todo por una persona que ni siquiera sabes qué es lo que sientes por ella.

Pero, lamentablemente, así es la vida. Costará descubrir la respuesta, y cuando lo hagas, tu reacción puede ser feliz o amarga...

Mientras tanto, ¿quién te impide vivir la vida?


Ana.

Yo




En mi baúl guardo demasiadas facetas, que saco en el momento... a veces inadecuado. Pero al fin y al cabo, así soy yo, una persona más en este mundo, un grano más en la arena de la playa. Otra mente distinta entre un mar de pensamientos distintos.